En el marco del primer día de reuniones del Comité Automotriz con Brasil, las delegaciones de ambos países coincidieron en que existe un desvío del «flex» y que el intercambio comercial en este sectorial tiene que comenzar a equilibrarse, como lo dispone el acuerdo firmado en 2015.
Así lo afirmaron ayer a BAE Negocios fuentes oficiales al tanto de las conversaciones que se desarrollaron con total hermetismo. «Brasil sabe que estamos con un flex de 2 dólares y que tiene que bajar, porque el Pacto Automotor Común se refiere a 1,5 dólares», dijeron las fuentes. Sin embargo, dejaron en claro que «no se trata sólo de una decisión política sino del rol que jueguen las empresas (multinacionales) porque el concepto de flex es vehículos y partes», añadieron.
Desde el Gobierno reiteraron que la postura de la Casa Rosada no es restringir el ingreso de las importaciones de autos y partes, a pesar de que el «rojo» automotriz explica en gran medida el déficit comercial de la Argentina. Aunque el Gobierno envió a cada una de las automotrices el grado de desvío para que corrijan las asimetrías, según un informe de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) publicado por este medio, el flex actual ronda los 2 dólares. Para lograr que el Flex acumulado esté por debajo de lo permitido, en los 29 meses restantes (hasta junio de 2020), debería tener un valor de 0,95 (0,95 dólares de importación por cada dólar de exportación).