No hay duda que una guerra comercial a escala mundial no dejará ni vencedores ni vencidos. La gran bonanza que ha vivido el mundo en las últimas cinco décadas está muy vinculada con la explosión del comercio internacional. Por lo que cualquier freno o desaceleración del mismo tendrá un serio impacto sobre el crecimiento económico mundial. A la luz de la historia la guerra comercial iniciada por Trump puede significar que la economía mundial hipoteque las próximas décadas. Así lo advierte un estudio de Oxford Economics (OE) que evaluó los efectos que tendría el actual conflicto comercial si siguiera los patrones de la última guerra proteccionista de los años 30, y que tuvo consecuencias hasta los años 60. En ese contexto, destaca además que los fueron los mercados emergentes los que más sufrieron como fue el caso de Argentina, México y Venezuela.
Según el economista jefe de OE, Adam Slater, el impacto de la escala proteccionista desatada entre 1929 y 1932, cuando la Gran Depresión provocó que las economías cerraran sus fronteras comerciales, duró al menos hasta la década de 1960: «La relación entre el comercio mundial y el PBI mundial cayó del 19% en 1929 al 10% en 1932 y se mantuvo deprimida durante años, incluso a fines de la década del 60, esta relación estuvo apenas por encima de 1929».
Desde el punto de vista de losprincipales damnificados de la guerra del 30, las economías más pequeñas (ahora conocidas como emergentes) fueron las que más sufrieron ya que «el comercio se concentró cada vez más en las esferas de influencia (incluidos los imperios) de las grandes economías», según Slater. Gran parte del sufrimiento vino por el lado de los precios de las materias primas y por ende de las exportaciones, de que la mayoría de los emergentes son dependientes. «Los precios reales de las materias primas (excluidos los combustible) cayeron más del 50% entre 1929 y 1932, infligiendo grandes pérdidas en los términos de intercambio (los precios de fabricación cayeron un tercio) y desatando una ola de defaults de la deuda», señala Slater. En particular menciona especialmente a Venezuela, México y Argentina, quienes experimentando una caída del PBI de 21%, 18% y 14%, respectivamente, durante eso años.
Por ello, en el actual contexto los analistas consideran que si esto se repite serán los emergentes los más vulnerables. En tal sentido, los expertos consideran que hay señales tempranas de que un patrón similar podría surgir en la actual guerra comercial, a partir de la suba de los precios del petróleo de la última semana ante las preocupaciones sobre el creciente proteccionismo de EE.UU. y China. A modo de consuelo, Slater señala que, si bien la guerra comercial será casi mundialmente negativa, «las pérdidas de producción a largo plazo del proteccionismo pueden ser menores de lo que se temen». El economista jefe de OE explica que: «El aumento actual del proteccionismo se está produciendo en una escala mucho menor que en la década de 1930.Incluso si se impusieran aranceles del 20% sobre el comercio a 1 billón de dólares (es decir, alrededor del 5% del comercio mundial total), eso solo aumentaría la tasa arancelaria promedio ponderada mundial en alrededor de 1 punto porcentual desde su nivel actual de alrededor del 3%».
Otro aspecto que destaca el estudio de OE es que la depresión del 30 no solo hizo que los volúmenes de comercio mundial cayeran, sino que también cambiaran la interacción entre las naciones al comerciar, algo que podría ocurrir una vez más durante la actual guerra comercial. Slater explica que durante el período proteccionista de los años 30, el Reino Unido, que en ese momento poseía el Imperio británico, aumentó drásticamente sus relaciones comerciales con los países del imperio, mientras que otros socios comerciales sufrieron. Los historiadores económicos argumentan que «alrededor del 70% del cambio en las importaciones del Reino Unido hacia el Imperio fue el resultado de las políticas proteccionistas introducidas durante 1931 y 1932». «Los productores del Imperio Británico sin duda lo hicieron mucho mejor que otros socios comerciales del Reino Unido: las exportaciones de Australia, Nueva Zelanda y el sur de África al Reino Unido solo cayeron un 1,4% desde 1928 hasta 1938, desde el Imperio Indio en un 22%. «Por el contrario, las exportaciones francesas al Reino Unido cayeron un 66%, las exportaciones alemanas y latinoamericanas un 46% y las exportaciones estadounidenses un 40% durante el mismo período», señala Slater.
Fuente: Ámbito.com