Este martes se llevó a cabo la edición 2018 de la Jornada de Comercio Exterior Rosario, que en esta oportunidad abordó la realidad y perspectivas del Comercio Exterior argentino. La actividad se dio en el marco de una actividad organizada en conjunto por la Cámara de Comercio Exterior de Rosario y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios.
Los especialistas Carlos Restaino y Marcelo Elizondo fueron los oradores principales del encuentro, que dejó interesantes definiciones de cara al futuro del comercio exterior del país. En diálogo con la prensa local, los expertos se refirieron al efecto Bolsonaro, la situación actual del Mercosur, el impacto de la devaluación en las exportaciones argentinas y los problemas a corregir para aumentar las exportaciones.
“Hay que darse un respiro hasta ver cuáles son las verdaderas intenciones de Bolsonaro”, sostuvo Restaino, titular de la Comisión de Integración y Mercosur de la CACyS, en referencia a las declaraciones del futuro ministro de Hacienda del presidente electo de Brasil, quien dijo que tanto Argentina como el Mercosur no son una prioridad para el vecino país.
En esa línea, el experto en negociaciones internacionales consideró que “Argentina y Brasil están hermanados por algo mucho más que declaraciones presidenciales: hay lazos comerciales, culturales y amistosos muy fuertes. No creo que cualquier decisión que tome la nueva administración brasileña pueda afectar al comercio bilateral”.
Sobre el futuro que le depara al bloque sudamericano, Restaino hizo hincapié en la “imprescindible necesidad de aggiornar el Mercosur”, ya que “hoy en día no es respetado ni por sus propios miembros”. Y brindó un dato que grafica a la perfección sus aseveraciones: “Del comercio global de cada uno de los 4 miembros, solamente el 14 por ciento es intra Mercosur”.
Por su parte, Marcelo Elizondo, consultor en economía y negocios internacionales y director de la consultora DNI, fue consultado sobre el impacto de la devaluación en las exportaciones, tras lo cual rescató que lo positivo es que “se eliminó el atraso cambiario”, pero para que haya beneficios reales hay que corregir otros problemas.
Y enumeró: “Hay que ocuparse, en primer lugar, del régimen tributario congestivo y gravoso; además de otros problemas como la legislación laboral, la falta de calidad en la burocracia pública y la conflictividad política; también la tasa de inflación, la tasa de interés y la dificultad para la predictibilidad cambiaria”.
¿Argentina tiene una política de promoción de exportaciones? Para Elizondo, si bien el gobierno nacional implementó la Ventanilla Única de Comercio Exterior y el régimen Exporta Simple, y una serie de acciones que buscan promover las exportaciones, todavía no alcanza para llamarla una política integral, dado que “hay una gran cantidad de asignaturas pendientes”.
“Fronteras adentro, hay que corregir la macroeconomía; en el plano internacional público, hay que generar más negociaciones y acuerdos de libre comercio, preferencias arancelarias, acuerdos para facilitar el ingreso de productos argentinos; y en el tercer plano hay que buscar que nuestras empresas desarrollen atributos competitivos para insertarse en esas cadenas de valor que explican más del 70 por ciento de las exportaciones del mundo y en las que Argentina incorpora menos del 30 por ciento de sus ventas externas”, concluyó.